Querido
Big B.
Tu llevas tiempo preguntando si yo volveré a escribir
y muchas veces te he contestado que no sabría cuándo, que tal vez nunca vuelva
a escribir. Creo que ambos sabríamos que sería imposible porque estas palabras llegaron
a mi como el viento que sopla del oriente hasta llegar a cada rincón más oscuro
y solitario de mi habitación.
Tu estarás emocionado en saber que te hare inmortal en
mis palabras, relájate nada malo saldrá de mis pensamientos. Saldrán cosas
buenas y espero que estas palabras permanezcan siempre en nuestra memoria. Todo
lo que escribo sale de mi corazón, espero que entiendas lo importante que es
esto para mí.

Eres
el único que hace eso.
Cuando hace eso todo mi rostro se vuelve un tomate que
arde al sol, ¿deberían saber lo mucho que te gusta hacer eso? Como te gusta
provocarme, como te gusta que haga caras… bueno te gustan todas mis muecas
menos verme llorar o triste.
La primera vez que me viste llorar pude ver la desesperación
en tus ojos, deseabas tenerme en tus brazos. Querías protegerme y hacerme
sentir segura, pero como podrías hacerme sentir con lo mucho que le tengo miedo
al amor. ¿Cómo podrías amarme si soy una mala persona? No sé cómo lo haces,
pero me quieres de una manera diferente a los demás. Bueno eso es lo que me
dejas ver y me demuestras.
La primera que te vi,
supe que no era como los demás. Fue un sentir raro en mi ser y todos los días
me has demostrado que no tengo la razón. Que siempre estoy errónea sobre los
hombres…que aún hay hombres buenos. Porque eres una persona que me brinda
tranquilidad, sonrisas y alguna cosita que aun yo no puedo entender.
Yo lo entiendo todo,
pero contigo es frustrante no entender lo que pasa entre nosotros, lo que sucede
en mí y lo que pasa por tu cabeza.
Algunas personas me
han preguntado que siento por ti y hasta ahora no sabría cómo explicarlo y yo no
se lo quiero explicar al mundo ¿Por qué debería? Es mi pequeño y muy agradable
secreto. Lo que yo siento por ti… es que simplemente yo lo quiero compartir
contigo y solamente contigo…. Pero antes de dormir me pongo a pensar que
pasaría si no eres tan bueno como te presentas ante mis ojos. Tengo miedo que
me lastimes y que me rompas como los demás. No quiero sentirme así contigo
porque no es justo para ti porque no tienes la culpa del daño que me han hecho.
Me digo a mi misma que debo luchar contra mis propios demonios y dejar que me
quieras. Que yo debo descubrir que eres real, que eres sincero y bueno. Todo esto
me resulta como un cuento de hadas.
¿Que eres para mí?
Tu eres lo que tanto yo buscaba en mis sueños, lo que tanto pedía y suplicaba a tantas almas.
En ocasiones durante el día, mientras conduzco, cuando
estoy ocupada o simplemente cuando mi cuerpo funciona voluntariamente divago en
mi imaginación. Imagino mi mano sobre la tuya, el calor que puede sentir mi
mano junto a la tuya… ¿me sudaran las manos si nos tomamos las manos? ¿mi mano
será más pequeña que la tuya? Aun no lo sé y eso me da mucha curiosidad.
También me pongo a imaginar las cosas que podríamos
hacer juntos, ir a la playa a escuchar las olas bailar a un ritmo anormal, ir al
Morro en San Juan a ver a los niños correr y jugar mientras tu y yo disfrutamos
de un helado. ¿Cuál sería tu sabor? Mi helado tendría como sabor el coco y la parcha.
¿te gustaría la parcha? Buena pregunta. La parcha es agria y dulce al mismo
tiempo; tal vez podríamos ir a cenar en un restaurante frente al mar.
Tal vez hacer
todo al revés, comer el postre primero y las siguientes comidas en un orden que
volvería loco al mesero. Tal vez de esa cena ir a caminar en la arena, ¿sostendrías
mis zapatos mientras me tomas del brazo? Si me da frio ¿me darías tu abrigo o
me darías calor con tus brazos grandes?
Junto a ti me veo tan pequeña y frágil, siento que podrías
defenderme físicamente, pero ¿podrías defender mi corazón? Eso no lo sabemos aún,
porque tengo tanto miedo y no sé qué nos espera el futuro. Porque yo soy como
la luna, cambio constantemente no soy neutral. No está en mi naturaleza ser la
misma, ser constante y simple. Al contrario, mi naturaleza me pide a grito que
sea diferente, espontánea y liberal y supongo que es lo que más te gusta a ti
de mí. No soy como esas chicas de tu cuidad o de los suburbios, soy una chica
de una isla muy pequeña y divertida.
Así
me siento cuando estoy contigo libre, aunque sienta una conexión muy fuerte y
real.
Siento que puedo ser
yo misma contigo, que puedo decir cualquier estupidez y que no me vas a juzgar.
Siempre que nos reímos son de cosas que tienen que ver con el uno y con el
otro. Son risas llenas de inocencia y cariño, nosotros no vemos maldad entre nosotros.
Junto a ti estoy aprendiendo a ser comunicativa, mas bondadosa y mas
compresiva. Me estas enseñando a perdonar y a seguir adelante, gracias.
Me gusta las caras
que haces y tus expresiones faciales porque me hacen que me olvide de los
problemas y de las cosas malas que me pasan por la cabeza. Cuando hablamos
haces que se me olvide todo, los problemas, el dolor y las preocupaciones.
Las pesadillas casi
no me molestan y los recuerdos ya casi me resultan indiferente, cuando me
siento triste con tu sonrisa haces que yo vuelva a ti.

Enserio, ¡te quiero muchooooo!
Ya quiero probar tus labios carnosos, sentir tu
calor emerger de tu cuerpo, me encantaría sentir tus manos sobre la mías y yo
quiero escuchar tu corazón latir. Quiero hacer esas cosas de parejas contigo,
esas cosas que nunca he hecho. Quiero acostarme a tu lado y despertar a tu
lado, tu agarrándome de la cintura, tu respiración en mi cuello y tus ronquidos
sonando en toda la habitación. Quiero que veas más de mí, mi mundo y todo lo
que no has visto de este mundo. Quiero que pongas tu oído sobre mi pecho,
quiero que escuches mi respiración y como late mi corazón. Tal vez escuches
pedazos rotos y un corazón jodido, pero con ganas de latir.
En este momento yo estoy aprendiendo amar
nuevamente, a confiar y hacer estas cosas de pareja. Por lo tanto, tu eres mi
maestro y yo tu más inquieta alumna.
Tú también te preguntaras como yo:
¿Cómo puedo quererte?
¿Cómo
puedes provocar todos esos sentimientos?
¿Cómo
puedes?
Esas respuestas solo la tenemos para nosotros
mismo.
En ocasiones pienso
que te divierte el saber lo que provocas en mí, todo lo que provocas en mí son
cosas buenas, raras y nuevas en mí. ¿Qué provoco yo en ti?, por favor no
respondas.

Todo de ti me gusta,
incluso las cosas que usualmente no me gusta de los hombres, pero me gusta en
ti. Me gusta que seas un adicto al trabajo y al gimnasio, que quieras verte
mejor para mí, cuando ya lo eres. Estas como un 8.2 aun con tus defectos y si
fueras un 6.5 aun así te estaría escribiendo porque lo que más me gusta de ti
no es tu físico. Es la persona que eres, tranquila, honesta, dulce, graciosa, inteligente
(eres muy inteligente, solo que tu inteligencia es diferente a la mía), fuerte,
valiente porque lo soportas todo y arriesgado porque lo quieres intentar
conmigo.
Aun sabiendo que
estoy rota, sabiendo que mi corazón está muy jodido. Quieres intentarlo
conmigo, se cuál es mi valor y cuan hermosa soy yo, pero no suficiente para que
alguien este conmigo en este momento y aun así quieres arriesgarte. Eres un lunático
por quererme y por aceptarme con mis defectos, mis cicatrices, mis problemas y
mis demonios.
Ya perdí la cuenta de
todas las veces que te digo “¿Que voy hacer contigo?” porque realmente no sé qué
hacer con alguien como tú, alguien tan joven, tan sencillo y tan buen corazón. Tu
corazón es mil veces mejor que el mío y por favor no demuestres modestias,
porque sabes que es verdad.
Tal vez todo por
ahora suena como un cuento de Disney, pero por ahora suena increíble para mí. Por
favor has que sea permanente, que esto dure más allá del tiempo. No quiero
volver a estar como estaba antes de conocerte. Me sentía perdida, triste y
llena de odio, culpa y resentimiento, por favor sigue sacando lo mejor de mí.
Por favor no te
vayas, quédate un poco más, aunque al final te vayas como todo el mundo hace en
mi vida.
Mientras te quedas un
rato más, quiéreme, acéptame y no me olvides.
Ps. Ya amaneció y aún
no he visto tu sonrisa sincera, espero verte pronto.
Con toda sinceridad,
Con cariño,
Sin sarcasmo y
S.