Leer entre lineas... Solo en las lineas

¿Qué sucedió? ¿Cuándo esto nació y termino? Respóndeme tu eres el experto en estos temas. Es que realmente no me amas como tanto juraste. Todo fue algo de imaginación, porque una parte juvenil y puro de mi corazón te creyó y también sufrió. Sufre ahora mismo porque cree que todo fue una mentira que en el fondo me ilusiono.  Recuerdo esos momentos que me pediste dejarlo todo, pero toda esas veces que dije que no porque mi corazón le pertenecía a otra persona. Nadie manda en el corazón y eso lo sabemos los dos. Ahora veo que yo no mentí y todo lo que dije fue de corazón, nunca falle a nuestra hermandad. Tal vez mañana me olvides, pero no te olvidare aunque nos alejemos, porque si no lo has notado hay una distancia increíble entre ambos.

Sabes he notado que me comparas, no sabes cuánto duele que intentes buscar alguien mejor que yo aun sabiendo lo insegura e infantil que soy en el fondo. ¿Esto es lo que quieres? ¿Lastimarme con toda tu ira? ¿Ser indiferente? Lo estas consiguiendo, porque duele y me enoja como loba. Duele con todo el corazón porque sabes que te necesito para sobrellevar esta ausencia, esta separación y esta depresión que me consume todo el tiempo y que me lleva a la locura en las noches. En ocasiones llego a la conclusión que haces esto porque no moje mis labios con los tuyos, no me deje consumir en tus mares de puro deseos y no te entregué a ti como tu única.

¿Solo me querías para eso? Carne. Después todo este tiempo me crees tan idiota y tan inhumana para romper mis promesas. Ya no sé qué decirte cuando te tengo delante de mí, pero me trago todo y lo escupo con rabia por las noches en la almohada. Sé que sacarte de mi vida ya no es una opción, porque te saco y como bumerán vuelves a poner todo de cabeza con una sacudida. He llegado a la conclusión que el destino le gusta jugar a las marionetas con nosotros.

¿Qué quieres de mí si todo lo que quieres no te lo puedo dar? Me dices que soy la mala de la historia, que soy la idiota del cuento porque amo a alguien que no me merece y que no sabe la clase de mujer que soy. Debo admitir que en muchas ocasiones he admitido que mi amado no me conoce como tanto deseo, pero se te olvida que tú también desconocías mis risas, mis locuras y esas partes que solían ser enigma para tu cerebro y corazón. Pero el me ama, me lo dices entre líneas, entre suspiro, cuando sus labios tiemblan antes de tocar los míos y tiene mi corazón a su favor.

Hasta ahora sigo en mi postura terca y obstinada hasta que mi corazón lo diga y tú lo odies. Espero que un días lo comprendas porque si no lo haces me abras perdido.