Tal vez era el momento de despedirme. Si de despedirme de todas esas cosas que hacen daño. Dejar atrás épocas que no volverán. Si, dolerá el decir adiós, pero a veces eso es lo mejor, dejar atrás los momentos que han pasado y empezar a vivir los momentos que faltan por venir y que a lo mejor sería bueno empezar a vivir de cero.
Si, empezar a vivir de cero. Volver a reencontrarse con el interior de uno mismo, de aprender a escuchar al corazón, de reír, de amar. Si de amar, pero de amarse a uno mismo. Dejemos de pensar en todos y empecemos a pensar en nosotros mismos.
A lo mejor la única solución es morir. Si matar aquello que sentíamos y de revivir. De reencarnar de nuevo, en un mismo cuerpo, pero con otro corazón, otra mente y tal vez buscando nuevos horizontes.
Huir a veces no es una salida de cobardes, huir algunas veces se convierte en la única forma de renunciar a lo que más daño nos hace y en otras ocasiones el huir nos hace fuertes.
El momento de morir ha llegado. Veo en mi imaginación las cosas y los detalles que mis familiares y amigos tendrán. ¿Valdrá la pena cuando ellos se den cuenta de lo que ha nacido a partir de la muerte temprana de mi corazón?
Muchas veces he callado por el temor de lastimar a alguien, de ofender con mis palabras y sobre todo por no enfrentarme a la soledad. Pero ahora ha llegado el momento de gritar fuerte y de empezar a hablar de lo que en realidad siento, de lo que pienso y sobre todo de lo que mi corazón necesita.
Hoy ha llegado el momento de renunciar a mi vida. Muchos tomarán esto una carta de suicido, pero no lo es. Es una despedida de aquel sentimiento, de aquel corazón que tantas veces me han lastimado…Este corazón ha muerto y con ello renacerá un nuevo corazón imparable y fuerte…
Quiero desgarrar esta vena que esta llena de muchos sentimientos.
viernes, 6 de febrero de 2015
Morí by A.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario