Quiero desgarrar esta vena que esta llena de muchos sentimientos.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Querida Amada Mia...

Yo, quien sufre entre lineas que no estan escritas en páginas accesibles al tacto. Yo quien hoy me siento a pensar a donde voy a llegar con mis culpas. Llorar ya no me vale de nada, y sentir que siento es casi un mito de algo que estoy seguro alguna vez fué lo que movió mi corriente por el mundo. No soy feliz viviendo así, no soy feliz sabiendo quien soy. Quisiera volver a nacer en otra vida que por ninguna razón del mundo llegara a coincidir con la que hoy lucho por dejar atras. Mis manos estan sucias y manchadas con el sudor de un cuerpo que desee de la manera mas animal posible. Mis dedos tienen el olor de la angustia que causé a quien me daba luz de luna blanca en las noches. Ya no logro llorar y maldita sea lo intento; lo intento porque deseo sacar el veneno del odio que añejo se encuentra en mi alma. Me emborracho de culpa, estoy drogado de perdones inaudibles que ni tan siquiera el viento me quizo brindar. Queria pensar que era culpa tuya, me lo dije tanto a ver si ne lo creía, pero, los minutos que en horas se volvieron se hicieron cargo de que así no fuera. Me quiero romper la cabeza para sacarte de mi mente pero no me atrevo a hacerme daño a mi mismo, solo tengo el valor de hacerle daño a otros. Como pude ser tan ciego y no darme cuenta que las acciones que tomé para hacerte solo mia solamente lograron alejar tu corazón tan lejos de mi que cuando te miro ya no sé si aún eres tu. Esa es mi gran tortura, la que me agarra por la garganta y escupe acido en mis pulmones. Mis ojos han muerto ahogados en sangre, en sufrimiento y culpa, han muerto ahogados en tu imagen continua y persistente. Tu imagen vive en mi para cada día atormentarme mas y mas, para que pague en dolor lo que a ti te quité. Hoy sufro entre lineas indisernibles por el ojo, hoy siento que nado en un mar de recuerdos que desearía no haber manchado con mis impulsos bestiales. Hoy me siento y miro mi telefono, para mi desgraciada sorpresa olvidé los dígitos que con tanta vanagloria siempre dije que serían solo mios. Para mi desgraciada sospresa olvidé las paredes que te protegen de las bestias como yo en la noche. Para mi desgraciada sorpresa tienes a quien llamar tuyo, y la envidia me quiere hacer gritar de frustración. Ya mi almohada me pide que no siga mas silenciandome con ella, que porfavor detenga la marcha de este tren lleno de obsesiones letales. Las pieles que ocasionalmente me cubren solo llenan mas este vacio, intensifican mi pesar. ¿Cuantas veces me encuentraré susurrando tu nombre entre dientes y pensándote justo antes de estallar en pasiones pasajeras?. Como deseo fueras tu, siempre, como deseo hechar el tiempo atras, como deseo no ser como soy, como deseo domar esta bestia hambrienta de carne y sedienta de placer. Perdóname... Te lo suplico de lejos sin que te enteres, perdoname aunque de mentira sea. Soy un cuerpo sin vida vagando sin rumbo, soy un campo que plantó vientos y cosechó tempestades, soy...
Yo, quien sufre entre lineas de palabras que nunca jamas nadie escribió...

                                 G.M. Arroyo

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