Quiero desgarrar esta vena que esta llena de muchos sentimientos.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Dos Caminos










La lluvia caí sobre dos almas que a su vez se conocían por primera vez. Ambos caminaban en un sendero verde y frondoso, con una vegetación hermosa y otoñal. Ambos seres no se veían el rostro ya que la dama en cuestión se ocultaba de aquel hombre. Platicaban de sus vidas ajenas, normales y cotidianas como si fueran amigos de miles de años. Pero eso no era una amistad de milenio era una amistad diplomática en la cual el caballero la hacía sonreír y ella solo se conformaba con no mirarle la cara. ¿Cuál era ese secreto?, ese secreto que ella guardaba era que su corazón ya tenía dueño y ella no quería faltarle a ambos hombres. Porque ella sabía que hombre que caminaba a su lado en ese sendero verde frondoso, con una vegetación hermosa y otoñal se estaba enamorado de ella. Aunque fuera una mujer fuerte no era tal criminal. Ella no podía permitirse ser una apostadora y jugar al mayor postor por amor, debía ser justa y honesta. El al ver el silencio que había entre ambos le pregunto qué era lo que la atormentaba en esa llovizna romántica. Ella le confeso que ella le pertenecía alguien y que a su vez ella sabía lo que el sentía por ella. Él se quedó sorprendido y el perplejo por tal confesión honesta y humilde. El hombre se detuvo en el camino y la tomo por lo hombros y ella pensó lo peor. Vio su rostro acercase al suyo, su mente imagino sus labios sobre los suyos, el tono carmín que tendrían luego de besarse y la sensación en su estómago después de dar su aliento, pero el hombre la beso en la mejilla. Cuando se apartó le susurró al oído que él no la pondría en una situación comprometedora, que con tan solo tenerla pegada a su cuerpo y su corazón tocando el suyo sería suficiente por ahora.

Solo por ahora sería suficiente para esas almas.

 Ella sonrió con tristeza y no dijo nada. Ambos se apartaron  y siguieron caminando por el sendero en silencio ya que ninguno sabía que decirle al otro. Ella desearle corresponderle, pero como era posible si ella ya le pertenecía a otro. Aunque fueran hombres diferentes hacían que sus mejillas tomaran un tono rosado y que viera las cosas de dos puntos.

Durante el camino el camino se divide en dos y por cosa del destino ambos seres se separan. Ella con un leve adiós lo despide y  un beso inundado de calor en sus mano ella continuo por su camino solitario en el cual ya no hay lluvia si no un sol brillante, luminoso, pero acompañadas de unas ráfagas de vientos. Las ráfagas movían sus rizos cobrizos provocando risas en la mujer debido a las cosquillas de sus rizos. Cuando la mujer creía estar sola apareció su amado, la tomo por la cintura y la beso con ternura. Su corazón volvió a latir como había hecho desde que se habían conocido, pero dentro de eso corazón estaba una hebra fina de duda. Una duda que la fastidiaba, pero guardo silencio por su amor. El amor de su vida decidió a compararla ya que una chica como ella no debía estar sola en ese sendero verde y frondoso, con una vegetación hermosa y otoñal. Durante el camino él le platico mientras ella guardaba silencio sobre esa vida que tendrían juntos y de ese amor que solo los dos conocían, pero a pesar de que esas cosas eran hermosas y bellas no alcanzan el clima que ella añoraba saborear. Ella quería oír esa dos palabras que la hacían temblar de pie a cabeza o es ¿que era mucho pedir?

Que le costaba decirle que no quería perderla porque era y es lo más importante que tenía. Que aunque era un deshonroso ante los poetas y pensadores de amor el cómo su amado la veneraba como una diosa y que el fondo el solo imploraba que ese amor y lealtad que ella solo podía dar fuera infinito. Fue cuando ella pregunto qué haría el para no perderla y solo el silencio respondió por él y eso le dolió en el corazón. Tal ella con su dolor guardo silencio nuevamente mientras caminaban.

            Durante el camino nació dos camino a los cuales los dos se separaron y nuevamente la chica se quedó sola ya que su amado se quedó atrás con un solo “adiós mi estrella”. Fue cuando sintió una ráfaga de sentimientos invadirle ya que ambos hombres era sin duda lo que ella necesitaba y quería. Por más que caminara no podía quitarse esa leve duda que nacía en su corazón. Pensaba en ese chico que apenas conocía, la trataba como dama, como su igual y con cierto aire de misterio, pero era de tiempos diferentes y él no tenía ese terroso de piratas que vale más que el oro y la plata.

Su corazón

Cambio sus pensamientos volvió a pensar en su amado, recordó eso momentos que hacían que todo valiera la pena, esos besos, carisias y esas muestras de amor que se habían regalado mutuamente. Las ilusiones y los sueños que ella misma tenía en secreto y que negaba, tampoco deseaba aceptar por temor a rechazo. Ella había prometido estar con el dueño de su corazón ya que en el fondo ella además de su amada era su amiga. Una amiga diferentes a las que usualmente estaba a acostumbrado a tener, una que se preocupaba más en el que en ella misma y hacia lo imposible para serlo feliz. Aunque todo sonara perfecto, pero no era así. Todo era obra trágica sin un final determinado, pero en un clímax excitante para ambos.

Entre ambos había una grieta llena de indiferencia, ignorancia y miedo. Ella sabía que era grietas que ellos mismo debía solucionar para poder estar estables como parejas. Ella lo amaba a ciegas y con temor, porque ella conocía y sabía lo que era tener un corazón roto y amar a ciegas era como ir a la guerra sin chaleco antibalas. Ella sabía que su miedo era por una tercera persona del cual no pertenecía a su pasado, pero si al de su amado. Tenía miedo de lo que podía provocar ese ser entre ambos, la indiferencia que el demostraba en ocasiones que se mezclaba con anti romanticismo. Porque eso lo que no había entre ellos romance ni cortejo por su parte y eso era parte de la grieta. La indiferencia era el peor golpe para la chica porque ella tenía la percepción de ser más que un ser invisible ante los ojos de ese amado en ocasiones. 

Ella quería ser más que eso para él, ser lo más importante y su única, pero siempre era difícil para ella remplazar lo que la superaba a ella con facilidad. Ella la que estaba en último lugar en ocasiones y eso le dolía, porque era por cosas insignificantes e irrelevantes. Ambos eran de mundo diferentes tanto que ella se sentía de Mercurio y al el marte, no tenían lo mismo gusto, ni habilidades, creencias, sueños y sentimientos. Ella sentía que él era lo que ella tanto había necesitaba, pero que no buscaba. Ella no buscaba a alguien como él, ella buscaba alguien más allá de eso parámetros establecidos hasta alcázar aquella divina perfección que ella solía conciliar y otros no.

Ella que podía hallar belleza en una orquídea que habitaba en un pantano. Belleza donde en un chico callado y ajeno a la humanidad. Porque antes de haber conocido a esos hombres ella había conocido a muchos que ella sano y reparo ciertos pedazos rotos sabiendas que ella era la que saldría perdiendo. Aun así ella sigue en eso dos caminos, en los caminos del amor.

El amor que ella tanto anhelaba amor puro y verdadero, cortejo, pero no como el de ahora si no como el de la vieja escuela. Ese amor sin miedo que ella un vez supo saborear con gratitud, pero maldición un amor que me quite el aliento, el dolor, la vida con una sola mirada sincera y humano. No es mucho pedir, ¿verdad que no?

Ella misma se había dicho así misma “que simplemente es que ya no existe esa clase de amor”. Ese amor que había leído en libro, visto en obras de teatro, amor que comprendido en un lienzo de un artista muerto y una rima sin sentido de la sociedad de los poetas muertos.

Las ráfagas de viento y el sol brillante de otoño desaparecieron para dar paso a la noche y a una luna plateada en un lienzo de negrura con luciérnagas estrelladas en ese lienzo. La mujer sonrió a medias siguió caminando por ese camino que ya se había vuelto infinito y en ocasiones solitarios, pero al sucedió. El camino se dividió en tres pareciendo una cruz (+) en el nuevo sendero de la izquierda apareció el hombre que la cortejaba sin miedo alguno. Desde lejos se veía caer la nieve y hojas de los arboles antes sus ojos todo se veía apaciguado.

Ella sonrió y miro el sendero del medio esperando encontrar algo distinto. Solo encontró negrura como la que ya había estado sola. Decepcionada  por no encontrar algo más decidió mirar el sendero de la derecha y encontró a su amado.

Imperfecto y fuera su mundo.

Ella le sonrió y él le devolvió la sonrisa. En ese sendero había un sol brillante y las ráfagas era fuertes y violentas, pero agradables. No caía nieve ni hojas de los árboles, todo se veía cálido y agitado.

Es cuando se dio cuenta que debía elegir entre esos dos caminos alguien ya conocido, en alguien nuevo en su vida o simplemente estar ella consigo misma. Ella no tuvo que pensar y eligió el camino que ya había tomado. El camino que era más seguro que los otros, un camino que ya nada le podía sorprender y que sabía que tal vez en un momento de ese sendero encontraría lo que quería con el corazón y que ella misma no quería aceptar que necesitaba.

Encontraría la persona que le robaría el aliento de verdad, porque el amor es ciego, agrio y dulce, yin y yang y es frio y fuego. Solo el tiempo podría decir más de lo que ella podría interpretar con el silencio y la soledad. Les sonrió a los dos hombres y siguió el camino del norte, el camino de la noche, el camino de la luna y las estrella.

Tal vez uno de ellos aparecería y la harían entrar en razón y con el orgullo en alto siguió caminando, pero algo la detuvo. La tomo por la cintura y la hizo voltearse. Ella miro esos ojos oscuros y esos labios rosados sin contenerse los besos.

Después de besarse ella soltó su aliento como una vez deseo hacer de verdad.

“pensé que no me seguirías”- le dijo al hombre.

Su amado prometió que no la dejaría pasar otro momento a solas.


FIN............................................................................................

by Elenatrix Marie Prince





2 comentarios:

  1. Waaaooo! Yo mientras leí elegí también el camino del oscuro sendero, el camino conmigo misma pero no pensé que me seguirían me encanto <3 como siempre escribes genial y cada pequeño relato me atrapa gracias por compartir lo que escribes con tu público.

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    1. Gracias peque, aun sigo eleijiendo entre dos senderos entre el oscuro y el que esta soledado(donde esta mi amado).... solo intento plasmar lo que siento en lo que escribo mi amada Airam <3 cuidate y grax por seguir mi historias

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