Quiero desgarrar esta vena que esta llena de muchos sentimientos.

martes, 1 de octubre de 2013

Para... mi cuenta cuentos (8)



Hola,
Ese es la manera para empezar un dialogo, una carta o simplemente una triste conversación. Podría venir acompañada de un complemento, pero verdaderamente no podría ya que eso sería hacer herir más de un corazón. Eso lo sabemos los dos, dos seres que se sienten bajo la misma luna, pero que al mismo instante están lejos. En carne y hueso estamos lejos, ya no hay ese escalofrió que yo podía provocar, ya no hay esas mariposas que solías nacer en mí, ya mis noches son interminables y usted sabe la razón. Mis sueños se han vuelto pesadillas oscuras y dolorosas las cuales no hay héroe. Es extraño que mi vida sea el resultado de un crepúsculo.
Porque llego la luz, que era tune al principio y después se volvió caluroso y deliciosa, ¿después que quedo? Oscuridad sin estrellas, ya no las veo casi durante la noches, insomnio por que tu voz de cuneta cuento ya no se escucha durante las noches y eso hace que mis pesadillas me dominen hasta el amanecer. Intente encontrar la luz solo encontré neblina que solo me brinda frio, dolor y sufrimiento.
 Quiero salir y aun no puedo, porque el dolor me demuestra que estoy viva, pero que me haces falta, que mí ser no puede coexistir sin el tuyo. Porque te metiste dentro de mí y sacarte ha sido difícil. Solo queda tu sombra, la que me sigue, la que me abraza y la que me recuerda que exististe en mi vida y en mi corazón.
¿Porque me tortura tu sombra? ¿Porque no me deja seguir a delante?
Será porque no quiero que se vaya, la quiero tan cerca de mí ser, tocando mi piel, mordiéndome mis deseos y devorando las penas y las tristezas. Porque en el fondo no quiero dejarte ir, porque sigues siendo el dueño de mis pensamientos y de una parte de mi corazón, porque no lo puedo negar. Cuando halle la neblina encontré a alguien que de primera instancia me resultaba tan frio y tan indiferente como la neblina misma, pero que quise tener a mi lado porque tanto como esa persona estábamos sufriendo. Teníamos algo en común, un corazón roto.
Ambos seguimos en la neblina con tu sombra pisándome los talones, yo mostrándome tan como nunca había sido con alguien.
Dominada…
La neblina me tenía sumisa en su propia oscuridad y frialdad porque no he podido salir, aunque he querido y manifestado no puedo salir. Quiero volver ver la luz del día, la luz del al mediodía de un otoño deseado por mí. Quiero verlo, quiero sentirlo y quiero que moje cada parte de mi ser como debió ser siempre. Porque el otoño hace que yo libere mis cadenas enfermizas y que tu sombra se vuelva más cálida y llena de compasión.
Llegando a donde no quería, bueno no debía llegar es que solo quiero decir, querido amado deseo que estés bien y que mi sombra no te haga tanto daño como la tuya ya me hace. Espero que tu habitación no sea una cárcel enfermiza donde los objetos son un mal de recuerdo de lo que sucedió y que tú querías que pasara hasta el final de los días. Espero que cuando la gente diga mi nombre no sientas esa presión en el corazón que te quita el aliento, cuando beses otros labios carnosos no sientas que es un acto pecaminosos y cuando digas te amo espero que no te sientas como me sentí yo cuando se lo dije alguien que no eras tú porque todas las cosas que te mencione las sentí durante la oscuridad sin estrellas, pero ahora que no estoy sola en la neblina, los besos son dulces para mis pecaminosos labios, los te amos son una liberación de mi dolor, tu nombre ya no es filo de mi corazón, pero sí de mi pasado.
Solo quería decir Hola querido cuenta cuentos, solo eso.
1/abril/13

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