Quiero desgarrar esta vena que esta llena de muchos sentimientos.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Un Dia Griz por A.S.

Tal vez hoy sea un mal día, tal vez hoy parezca todo lejano, tal vez hoy la esperanza se pierda. A lo mejor quizás hoy tú cielo se pinte de un tono gris, se nuble y hasta una tormenta caiga. Pero, también tal vez hoy sea el día en que todo lo malo de tu vida amenace con escapar, tal vez las personas que no necesitamos en nuestras vidas nos demuestren que ellas no deberían estar allá, que tal vez ellas solo son algo pasajero. Tal vez en este día sientas que el mundo te abandona, que Dios mismo te da la espalda, que estás sola. Tal vez hoy pase todo lo pésimo de tu vida, pero tal vez mañana sea el omento en que la tormenta pase, en que te levantes y en vez de renunciar una vez más a vivir, a ser feliz decidas luchar.


Tal vez hoy alguien te diga adiós, pero tal vez mañana alguien te diga hola.Tal vez hoy un amor se desvanezca como la noche, pero tal vez mañana llegue un amor, el verdadero amor.Tal vez hoy llores, pero tal vez mañana una sonrisa aparezca en tu rostro.Tal vez hoy sea un mal día, pero mañana será el mejor de tu vida.Tal vez hoy este cayendo la peor tormenta sobre tu vida, pero tal vez mañana verás el mejor arcoíris y el sol refleje mejor sobre tu vida.





Hoy es un mal día, hoy esa persona importante te fallo, hoy sufriste un desamor, hoy viste como tú mundo se partía ante tus ojos, sin poder hacer algo, pero tal vez mañana tú mundo se arregle, tal vez mañana tu corazón encuentre la cura para hacer que esas cicatrices del pasado sean curadas por completo.Tal vez ayer creías tener la felicidad que nunca nadie pudiera imaginar, tal vez hoy descubriste con dolor que tu vida no era nada de lo que habías pensado y que todo era mentira, tal vez mañana te levantes decidida a cambiar cada parte de tu vida, de cambiar por ti y no por nadie, tal vez mañana veas que lo que hoy parece no tener solución siempre habrá algo que te demuestre que hasta el corazón más roto puede volver a tener todas sus piezas en su lugar.Tal vez ayer fuiste, tal vez hoy eres, tal vez mañana serás alguien que aprenda lo único que realmente vale la pena es el amor, la amistad y el valor de no perder nuestra esencia, de no cambiar por alguien que tal vez ayer dijo quererte, y hoy te dirá adiós, tal vez mañana descubras que lo que hoy creías imposible se puede lograr con tan solo decir: Yo puedo hacerlo.Hoy es un día gris, pero mañana saldrá el sol de nuevo, hoy diré adiós a un pasado que nunca regresara, dejaré atrás un amor del pasado, dejaré amistades que simplemente no lo fueron, pero mañana diré hola a un nuevo comienzo, a nuevos amigos y a nuevos amores que tal vez se queden hasta que de nuevo sea tiempo de decir adiós.




Ed por Airam

Y entonces no sabrías si realmente estoy llena de deberes o si solo has dejado de ser mi prioridad porque amor mío tan distinta sería una amistad.
Cuando me dijiste que ya era suficiente también me morí un poco porque vi como esa podía ser la última vez; Vi como todo había sido la ultima vez ... Que la ultima vez que tome tu mano fue para despedirte, que el último beso dado no fue largo, que la ultima vez que te dije Te Amo no vi si te quedo muy claro, que la ultima vez que mire a tus ojos estábamos semi abrazados. Si termináramos no recorreríamos París tomados de la mano, ni Londres en tren, no disfrutaríamos juntos de Venecia ni a España cada mañana. Lo vi, no habría más búsqueda de canciones para bailes sin canción, no habría dosis diarias de amor, ni dos perros, conejos & un pez; no habría tú & yo & mi niño eso me rompió el corazón. Por eso yo sé que Te Amo mi dulce amor porque imaginarme no estar a tu lado me atravesó, saber que más cosas podrían no ir bien pero que sin embargo remediarlas con amor es mi elección es lo que quiero yo, intentar de todo; si algo no funciona quiero remediarlo antes de darme por vencida, hemos tenido grandes avances amor mío & eso me hace muy feliz.



viernes, 27 de noviembre de 2015

Corazones para cenar

Llevo tiempo que no escribo siento que he perdido ese arte de unir palabras. Ya no me siento tan capaz como antes. Siento que todo lo que luchaba antes en mi pasado es más que un recuerdo vago e infantil. Despierto en ocasiones maldiciendo al amor por mi falta de arte porque siento que amor ha marcado mi vida y no me había dado cuenta hasta hoy.

Soy una chica Promedio por que mi estatura es de tamaño promedio, irónico que suene cómico; pero para muchas personas suelo ser fascinante. Aun no entiendo el porqué, ¿tal vez son mis labios con rasgos negroides o mi manía de decir lo que siento y pienso sin que me importe la otra persona? No lo sé, ¿tal vez sean mis ojos que son como la madera quemada y que pueden volverse a miel derretida? pero lo más fascinante de mis ojos es que suelen decir lo que mi corazón calla y me avergüenzo a decir.
En ocasiones divago entre la verdad y la mentira, pero mis ojos no. Son pura verdad. ¿Si no son mis ojos que será? ¿Será mis curvas esbeltas y pronunciadas que gritan en cada poro taino, africano y europeo? Eso no será, la belleza es relativa para mí y aun siento que la belleza no me ha tocado con bendición. Aunque muchos creen que soy hermosa por fuera, ¿pero que hay dentro de mí? ¿Órganos? ¿Células? ¿Sistemas funcionando en una homeostasis? ¿Dentro de mí hay alma?


Creo que dentro de mí hay muchas cosas meno almas y corazón. Mi alma fue reducida a polvo en los últimos meses y mi corazón esta tan roto que no tiene más remedio. Siento que ya me resigne a la pérdida de un amor tras otro, a vivir  a una soledad de noches vacías y devorando corazones sin compasión alguna. Ese otro sentimiento que comencé a sentir en raras ocasiones pero hacia las personas si no a mí misma. Un sentimiento que va mezclado con la lastima. ¿Tan malo no es tener alma? En ocasiones quiero recuperar mi alma y no puedo.

 Él tiene mi alma y unos pedazos vitales de mi corazón. Lucho por recuperarlos, pero él no me las devuelve. Se resiste me quiere suya, sumisa y doblegada por esas franjas rojas y blancas y estrellas blancas llenas de perjuicios y miseria. Sus ojos azules como el mar me siguen por las noches en una persecución horripilante. Cuando no me persigue, yo lo busco. Busco todo de él, sus ojos, sus labios, su piel marmoleada. Lo busco con ansias hasta gritarlo mientras duermo. ¿Cuándo podre olvidarlo del todo? Hago mi esfuerzo, pero esa sed de mi propio ser por su compañía. ¿Me estaré volviendo loca? Tal vez, nunca he sido muy cuerda y normal para demostrar lo contrario.


Luego pienso en los tiburones blanco, son aquello tiburones que me siguen, me persiguen como si fuera un filete sangriento. Cuando yo sé que solo quieren mojar las sabanas con mi piel morena,  quieren ultrajarme  y mancharme con sus manos sucias. En ocasiones me gusta jugar en el mar de los hipócritas y mentirosos nadar entre los tiburones, ver como juega, como actúan y como clavan sus afilados dientes en nuevas víctimas, pero estoy en ese mar solo para aprender de ellos. Los tiburones blancos suenan algo melodramático, pero existen. Es aquel chico que vive en bar en bar buscando una nueva chica en su cama, chico que ves en un chat deseoso de recibir fotos inapropiadas de ti misma o incluso el chico que se esconde tras el disfraz de oveja sumisa esperando poder devorarte como tiburón hambriento.

Pero los tiburones no me preocupan, me preocupan los inocentes. Aquellas personas que quieren estar junto a mi aunque saben cómo estoy y como me siento. Son personas que resultan lastimadas por mi culpa, que en ocasiones no quiero herir, pero por alguna razón disfruto de su dolor. Sé que está mal, pero me gusta sentir que otra persona sufre por culpa. Son esos seres de corazones puros y llenos de amor que jamás han visto el dolor del verdadero amor. Esos son los corazones que me gusta devorar y destrozar, porque es lo que soy yo. Una devoradora de corazones. Quiero ver esa mirada perdida de dolor y angustia, ese titubeo sorpresivo.

Ese dolor ajeno llena ese vacío en mí y me hace sentir poderosa y me llena de control. En ocasiones me comparo con 50 sombras de grey, quiero controlarlo todo. Deseo controlar mii dolor, el dolor ajeno y la gente que está a mí alrededor.  Quiero sentir que tengo el poder sobre todo y sentir que todo se puede hacer a mi antojo, pero cuando no hay control soy una furia asesina. Porque el dolor me exige control y dominio de todo, supongo que me he vuelto una obsesa del control. El control me hace libre de mis propias penas y me hace sentir fuerte aunque sea por varios minutos.

Esa es mi penosa vida, amar sin ser amada y si alguien me ama lo alejo de mi vida. Porque no me puedo permitir aquellos lujos, no me podre permitir una vida normal y llena de amor. Ese lujo es hay una casa grande, con un esposo y una familia que amar porque esa no soy yo. Mi vida va hacer distinta a las demás vidas que pude tener y negué por egoísmo propio. Acepto la culpa de mis propios errores pero no acepto el daño que el amor me hizo cuando no lo merecía, porque yo ame con libertad y con honestidad.

Voy aceptar el dolor ajeno, lo voy hacer mío y viviré con ello hasta dejar de respirar....


S.




viernes, 13 de noviembre de 2015

El cuarto pequeño.

El cuarto pequeño.



Estoy en una habitación pequeña, demasiado pequeña para mi gusto. La cama es muy pequeña y es incómoda para moverme sin ser sentida. Él está a mi lado, tal vez está dormido o tal vez está despierto. Escucho su respiración lenta y profunda a mi lado, su cuerpo está pegado al mío. 
Esto es nuevo para mí, jamás creí estar en este lugar. ¿Cómo se llama este chico? ¿Scott? ¿Sam? ¿Sadiel? Ni lo recuerdo y no importa el saber su nombre. Lo que me interesa es salir de ese lugar de una vez por toda, pero algo me detiene. La sensación de libertad me cubre todo mi corazón y me saca una sonrisa tonta.
Aun así salgo de la cama lentamente y comienzo a vestirme sin mirar a mi amante.
-¿ya te vas?-pregunta este chico con acento francés.
-si-respondo sin mirarle.
-¿Por qué?-pregunta.
-Los adultos tenemos que trabajar para un mundo mejor- respondo y no entiendo lo que dice después. Termino de vestirme sin prestarle atención.
Me muestro desinteresada, pero en mi mente se lidia una guerra con la curiosidad.
¿Te gusto?-pregunta curioso y nervioso
-si-respondo y me encaro a verlo.
Él tiene los ojos azules como el cielo, unos labios carnosos y pálidos, es alto y delgaducho. Tiene un rostro infantil y sensible.  Sus facciones me hacen pensar en lo diferente que somos, incluso lo larguirucha que es su nariz y lo pequeña y diminuta que es la mía. Su piel es pálida y suave, pero no como la mía que es bronceada.
Me gusta este chico, pero no lo quiero. Me gusta besarlo, sentir sus labios carnosos sobre los míos. Me gusta sentir su respiración agitada en mi cuello. Me gusta la sensación de poder que me brinda cuando estoy sobre él y como lo hago mío. Me gusta sentirlo dentro y como mi cuerpo grita con un millón de sensaciones prohibidas. Porque él es una aventura pasajera en esta vida tan pequeña y tan mía. Incluso acostado en esa cama tan pequeña y tan  desarreglada se ve apetecible, pero debo calmar mis ansias de carne. Me gusta el silencio que me brinda y su poca manía de hacer pregunta, por eso me gusta tanto.
Incluso en ese cuarto pequeño y en esa cama pequeña me siento libre de culpa, responsabilidades y fracasos. Yo no sé qué él desea de mí y temo realizar esa pregunta porque no quiero saber. El saber lo que él desea de mi me haría daño y el sentir algo por él me ha destruiría por completo.
-¿A ti?-pregunto y analizo su reacción.
Sus mejillas se tornan rosadas y sus labios me vuelven a incitar a besarlos.
-claro- responde, pero no comprendo su vergüenza.
-¿Cuántas chicas habías tenido el placer de llevar a la cama?-pregunto curiosa.
-solo una-responde arrastrando las palabras.
-una-repito y siento que hago me presiona el estómago.- ¿eras virgen?-pregunto.
-si- responde y se encoje de hombros.-¿tu?-pregunta seriamente.
-Dos-respondo sonrojada.
El sentimiento de vergüenza me invade y me siento a su lado.
Comienzo hacer recuento de los sucesos de la noche….
Sus besos tocando los míos mientras se hundía dentro de mí lentamente hasta hacerme gritar. Como sus músculos se tensaban en cada embestía y como mis ojos no dejaban de mirar los suyos. La sensación que sentí cuando el orgasmo se apodero de mí y me libero de las cadenas del infierno. Después que yo me dejara llevar en el mar del orgasmo vi en sus ojos cuando brillaron al estallar dentro de mí y su gruñido animal que rujió desde lo más adentro de su ser.


Aunque esos minutos de pasión fueron dulce como la vainilla no fue como debía, tome una parte de su ser sin pedir permiso. Lo hice mío sin saber que podría ser capaz de tal acto atroz. Lo lleve al infierno donde yo pertenecía con cada embestía, con cada rugido y cada suplica de mi ser. Me siento triste por dentro porque sé que en el fondo merece algo mejor y no soy yo, merece todo menos lo que soy yo. El debió de haber tenido este momento con alguien que pudiera amarlo y darle todo lo que el merece. Su primera vez debía ser mágica y llena de amor, pero había sido un fracaso por mi culpa.
Mi primera vez había sido toda una película de suspenso, pero yo lo había hecho por amor y con todo el amor que en mi corazón había aunque no me amaran. Aunque después de aquel momento me perdiera por completo y mi vida jamás volviera a ser la misma.
-¿Qué sucede?-me pregunta preocupado.
-nada-dije repentinamente intentando no pensar como fue mi primera vez.
Me miro incrédulo pero acepto mi palabra.
-Me tengo que ir-murmuro y me acerco para besar sus labios. Este acepta mi beso y me atrae hacia él, no me aleja de él. Nos seguimos besando hasta que se me sube la temperatura al cuerpo y es cuando me alejo de él.
-Me debo ir-vuelvo a murmurar con sus labios pegados a mi.-, me gustaría quedarme y seguir besándote, pero los adultos deben trabajar.
-¿volveré a verte?-pregunta y asiento con la cabeza.
Me aparto de su lado deseando salir antes de volver a mojar las sabanas.
-déjame llevarte-me pide mientras sale de la cama y se viste en silencio. Tomo esos minutos para mirarlo y morderme los labios.
Su piel blanca me llama y me pide más….
Niego con la cabeza.
-vamos-me interrumpe el pensamiento.
Salimos de esa pequeña habitación para el exterior y es cuando el olor a sal me inunda las fosas nasales. Escucho las olas chocar contra las piedras y siento como la brisa acaricia mi pelo.
El me observa detenidamente mientras emprendemos el camino hasta detenernos en nuestro punto de encuentro. Nos detenemos y antes de articular una palabra me besa los labios y me deja en un mar de sentimientos. Mira cómo se aleja de mí, deseo tenerlo pero no me atrevo. Quiero que se quede pero algo no me lo permite. Cuando se pierde de mi vista sigo mí a camino con mil dudas en mi cabeza y una sonrisa torcida en mi rostro.

Desde ese día no dejo de pensar en el cuarto pequeño.