Quiero desgarrar esta vena que esta llena de muchos sentimientos.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

24 Parte de mi ser




La Partes de mi propio ser:
1.   La Inteligente
2.  La  Guerrera 
3.   La que nadie conoce
4.  La rebelde
5.  La dominante
6.   La escritora
7.   La curiosa
8.   La temerosa
9.   La líder
10.              La sobreprotectora
11.La come libros
12.               La artista
13.                Soñadora
14.               La fría
15.               La orgullosa/aires de grandeza
16.               La dulce
17.               La comelona
18.               La divertida
19.               La antisocial
20.             La mentirosa
21.               La negativa/Realista
22.              La reparadora
23.              La terca
24.              La feminista

domingo, 3 de noviembre de 2013

Una ilucion que una mujer no puede tener



Era ya otro día aunque no haya salido el sol. Podía escuchar el coquí y los insectos que le tocaba a la luna. Estaba deseosa de dormir y entregarme a Morfeo. Ya quería vivir ese sueño que me daba esperanzas y vida.
Ya mi amado se había entregado al dios mitológico y aun yo contaba los segundos como minutos, pero lentamente mis ojos apagaron y mi mente se volvió una neblina oscura.

Camine en la oscuridad y me perdí en las densas agua de mi sueño. Una luz me comenzó a fastidiar.
Que el amanecer ya había hecho su entrada triunfal en la habitación, pero era imposible si las ventanas estaban cerradas.

Abrí los ojos y al principio no distinguí los objetos, más bien veía nubes borrosas y coloridas.

Parpadee hasta que mis ojos se adaptaran a la luz y a los colores. Cuando al fin pude, observe una habitación muy distinta a la mía y los colores neutrales estaba presente. Tenía todo lo que yo podía considerar una habitación de revista. Observe por unos segundos y decido salir de la cama controlando mis nervios, pero una mano me sujeta del codo y grito.

Pero rápidamente me tapa los labios.
-shhh despertaras a Christopher y Elena-me regaña una voz dormilona y muy conocida para mis oídos.
Me volteo y veo a mi amado a mi lado.
-¿Qué haces aquí?-le pregunto molesta por el susto y suelto el amarre que mantenía a él.
-durmiendo-dice sin abrir los ojos y con voz cansada.
-¿dónde estoy?-pregunte asustada mientras me sentaba en la cama.
-en tu habitación- respondió sin mirarme y ya comienza a irritarme.
-¿Qué haces en mi habitación?-le exigí saber.
El sonrió.
-Es mi habitación- respondió.
-Mientes-susurre.
-Sabes que no se mentir-me recordó.
-¡Dios mío!- exclame y el abrió los ojos.
Sus ojos eran como la madera, sus labios finos, su nariz pequeña y frágil y sus rasgos bruscos y musculosos.
Se sentó a mi lado.
-¿tuviste un mal sueño?-pregunto y negué con la cabeza.- ¿Que te sucede?-pregunto.
-Nada-mentí con tal inocencia-, estoy algo confundida, será porque aún sigo algo -dormilona-dije para mí misma.-tal vez estoy en un sueño y tal vez uno bueno.-el me miro sin dar crédito a lo que yo decía. Como si estuviera totalmente loca- ¿Somos roomate?-pregunte y el comenzó a reírse.

-creo que la falta de sueño te está afectado-me dijo y lo mire molesta. Comprendió que no estaba de broma y me mostro nuestras manos. Las dos contenían un aro de plata.

No sé pero una parte importante de mi cerebro se quebró, rompí el amarre y me arrope de pie a cabeza.
Cerré los ojos con esfuerzo.
-¿mujer que te sucede?-pregunto alarmado.
-quiero despertar de esta pesadilla-grite asustada. Él no se burló de mí comentario al contrario se sumergió debajo de las sabanas y susurro:
-no es una pesadilla boba- abrí los ojos, pero antes de protestar me beso con intensidad. Cuando el aire nos faltaba nos apartamos y sonreí.
-tu ganas-susurre feliz.
-gane a una lunática-me dijo.
-yo aún ogro-le dije.
-¿aja?, soy un ogro... Pues el ogro de comerá-al decir eso comenzó hacerme cosquilla y a besarme.
Yo me reía descontroladamente y terminamos de una manera comprometedora.
-¿porque se pone como tomate Señora?-pregunta luego de mirar mis mejillas.
-porque te amo y me haces feliz-murmure.
-usted a mí-me respondió y volvió a besarme, pero un llanto me disfrazo de la pasión.
-¿qué es eso?-pregunte alarmada.
El sonrió y me saco de la cama y pude notar que me faltaban prendas de ropas. Me sonroje y pregunte alarmada-¿Porque estoy así?
El guiño el ojo y lo comprendí rápidamente.
Me sonroje y él se alegró de haber provocado algo en mí.
Nos pusimos unas batas de dormir y fuimos a la habitación donde provenían los llantos.
Entre algo temerosa y encontré los seres más hermosos del mundo. Había una niña llorando con semejante energía y un niño chupándose el dedo como si fuera un manjar.

Mi amado me acerco a la niña y voluntariamente le sonreí. Ella me miro y detuvo el llanto. Tenía un cabello negro azabache, una mejillas redondas, una peculiar nariz pequeña y las orejas era diminutas. Tenía unos aretes pequeños y un kimono rosado con rayas negras.

-es igualita a ti-susurre.

-Lo sé-dijo con orgullo.-, pero tiene el carácter de la madre y le sonreí.

-también tiene mis mejillas-dije y tome a la bebe. Esta sonrió ya que había obtenido lo que clamaba.-eres hermosa-le dije y ella rio coquetamente.-también inteligente.

Mi amado tomo al otro bebe y lo acerco. Este nos miró por unos segundos y comenzó a llorar.
-El está celoso-me explico y ambos intercambiamos bebes. Ya cuando lo tuve en mis brazos se calmó. Le di un beso en la mejilla.
-Ya bebe-lo consolé algo preocupada

-es muy parecido a ti-me dijo y lo observe. Era igual que la niña a excepción de los aretes, cabello que era menos oscuro, algo ondulado y supuse que sería rizado y sus ojos era miel pura. Tenía una mirada totalmente concentrada y me miraba como si supiera quien era. Sin duda era como yo y no se lo podía negar a semejante bebe. Lo volví a besar. Tenía un kimono verde y gris.
 -Dame a la niña-pedí y los tome a ambos y los cuatros fuimos a la habitación, acomodamos a los bebes en el medio de la cama y nos acostamos. Esperamos que se durmieran y yo los observe en silencio.
Cuando la niña se durmió la bese en la mejilla tantas veces como fuera posible y sentí que me miraban.
Lo mire a los ojos.
-gracias por esto-le dije.
-de nada- susurro-y gracias a ti por ser tú.-se acercó a mis labios......
Abrí los ojos como pude y tome lo que estaba a mi alcance y vi la hora que era en mi teléfono. Supe que había vuelto a vivir en un sueño perfecto, pero volvía quedarme dormida antes de protestar y esta vez no soñé.





Por: Sussan